Clínica San Miguel ha completado la reforma de su servicio de Farmacia con la incorporación de una sala blanca equipada con dos cabinas de flujo laminar. Esta mejora consolida las máximas garantías de seguridad y precisión en la preparación de medicamentos que requieren condiciones de especial asepsia.
La sala blanca está diseñada para mantener un ambiente controlado, con niveles mínimos de partículas y parámetros estrictos de temperatura, humedad y presión. De esta forma, se asegura un entorno estéril para la manipulación de fármacos. Las cabinas de flujo laminar, además, permiten trabajar bajo un flujo constante de aire filtrado, protegiendo tanto a los medicamentos como al personal sanitario y reduciendo cualquier riesgo de contaminación.
La inversión supone un avance importante para los pacientes, al garantizar que los tratamientos se elaboren en condiciones óptimas, y también para el equipo farmacéutico, que dispone ahora de un entorno de trabajo más seguro y eficiente.
Las obras se han llevado a cabo de manera planificada, sin interferir en la actividad asistencial, siguiendo los estándares más exigentes de calidad y seguridad. Con este proyecto, Clínica San Miguel reafirma su compromiso con la innovación y la excelencia en la atención sanitaria.