El pasado 14 de junio, José Muneta, vecino de Legaria de 51 años, sufrió un grave accidente en la Fundición en la que trabaja. Tras caerle encima un tubo de más de mil kilos, Muneta sufrió la amputación del dedo pulgar de la mano derecha. Tras una compleja intervención llevada a cabo por el cirujano Óscar Villafañe en Clínica San Miguel, Muneta está recuperando la movilidad y podrá volver a tener una vida sin limitaciones.
Tras sufrir el accidente, José Muneta mantuvo la calma y avisó a sus compañeros. Mientras se limpiaba la herida, fue consciente del alcance de la lesión, puesto que el hueso quedó al aire. “Nadie sabe la limitación que supone no tener un pulgar hasta que lo sufre” señalaba Muneta.
“El papel del pulgar es crucial para que una mano sea funcional”, explicaba el Dr. Villafañe tras la intervención. “En estas lesiones, si no se realiza el reimplante, el paciente se convierte en una persona con muchas limitaciones en su vida cotidiana y con una incapacidad laboral permanente, mientras que con el reimplante se consigue una mano totalmente operativa y un alta laboral completa”.
La minuciosa operación, llevada a cabo mediante microcirugía y con microscopio, debido a que el diámetro de los vasos es inferior a un milímetro, se realizó tras comprobar que existían una arteria y una vena con riego en la parte amputada con el fin de realizar una anastomosis arterial y una anastomosis venosa, permitiendo el riego sanguíneo. La intervención ha requerido un exhaustivo seguimiento: “lo más complejo ha sido evitar que los conductos se obstruyeran, controlando aspectos como la temperatura de la habitación, la postura del brazo o la deshidratación del paciente”, ha declarado el Dr. Villafañe.
Según su pronóstico, José Muneta podrá recuperar la movilidad del pulgar de su mano derecha y recibirá el alta médica en un plazo máximo de seis meses. “Lo que más tiempo llevará es alcanzar la sensibilidad, ya que los nervios, una vez se cortan, se mueren. Hemos conseguido unirlo, pero será costoso, el avance puede llegar a ser de un milímetro por día”, comenta el Dr. Villafañe.
Qué hacer en caso de amputación
En caso de sufrir una amputación es necesario preservar la parte del miembro, para ello la envolveremos en una gasa empapada en suero, y colocaremos dentro de una bolsa que deberá ser a su vez envuelta en hielo. Es importante que el hielo no contacte directamente con la parte amputada, para evitar que se congele.