El ejercicio físico es una de las mejores actividades para el cuidado de la salud. Sin embargo, si se alcanza cierto nivel de intensidad, es recomendable la supervisión de un especialista que evalúe la capacidad atlética del organismo, con el fin de reducir potenciales riesgos y también para optimizar los resultados deportivos. Nuestros médicos cardiólogos de Clínica San Miguel cuidan de ti.
En un reconocimiento cardiológico deportivo se evalúa la historia clínica, se realiza una exploración al paciente y se realiza una analítica completa. Los resultados se contrastan con los datos que proporcionan tres pruebas específicas:
- Electrocardiograma: es una prueba diagnóstica breve e indolora que registra la actividad eléctrica del corazón y valora el ritmo, la regularidad de los latidos, el tamaño y la posición de las aurículas y los ventrículos, así como las alteraciones del ritmo cardíaco. Con la información se obtiene es posible detectar trastornos del ritmo cardíaco, hipertrofias, insuficiencias coronarias o infartos de miocardio.
- Ecocardiograma: se trata de una prueba diagnóstica muy útil para ver los movimientos del corazón y observar signos de fatiga. Es una prueba imprescindible para la detección de cardiopatías que pueden estar relacionadas con la muerte súbita, como determinadas miocardiopatías, que son la principal causa de muerte súbita en jóvenes. También, la patología aórtica, valvular o congénita, como las anomalías en el origen de las arterias coronarias.
- Prueba de esfuerzo: mediante la aplicación de una carga de trabajo, medible y dosificable, esta prueba permite valorar la capacidad y respuesta del organismo durante el ejercicio físico.
El estudio se complementa con una ergoespirometría, una prueba de esfuerzo especial en la que se codifican datos sobre el intercambio gaseoso respiratorio y la ventilación pulmonar, que aportan información y valiosa al equipo médico.