Hablamos de muerte súbita cuando se produce un fallecimiento inesperado de una persona que aparentemente se encuentra sana y en buen estado. La causa suele ser diferente en función de la edad. En menores de 35 años, el origen suele estar en una enfermedad cardiaca de nacimiento o hereditaria, que podemos desconocer, y el debut puede ser una arritmia cardiaca, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir. Los primeros síntomas son la pérdida de pulso, y en pocos segundos, la pérdida de conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos. En personas mayores de 35 o 40 años, la causa principal es la angina o el infarto de miocardio. Es decir, la obstrucción de una de las arterias coronarias que irrigan el músculo cardiaco. El riesgo de este tipo de patología se ve aumentado por factores de riesgo fáciles de evaluar como la hipertensión, el exceso de colesterol o el tabaquismo.
A pesar de que los casos más mediáticos son los de deportistas profesionales, son mucho más numerosos los eventos graves que han sufrido deportistas aficionados, a veces con baja preparación física, durante la práctica de un deporte exigente o competición. Es importante ser precavido, y escuchar a nuestro corazón, consultando con el médico en caso de que tengamos algún síntoma al hacer ejercicio, como desmayos o palpitaciones.
El equipo de cardiología de Clínica San Miguel recomienda la realización de un chequeo médico exhaustivo no sólo a deportistas profesionales, sino a cualquiera que vaya a hacer ejercicio de alta intensidad, y más aún si tiene factores de riesgo, antecedentes familiares o síntomas.
Los reconocimientos deportivos deben hacerse con el fin de descubrir cualquier enfermedad, lesión o patología cardiaca que pueda constituir un riesgo vital, así como aquellas situaciones patológicas que representan una contraindicación médica para la práctica de actividad física. El estudio debe ser específico para cada grupo de edad y nivel de práctica deportiva, incluyendo una historia clínica detallada y exploración física meticulosa, completarlo con un electrocardiograma y de forma individualizada con pruebas complementarias (ecocardiograma y/o prueba de esfuerzo).
En Clínica San Miguel contamos con una amplia Unidad de Chequeos, tanto generales, como específicos y deportivos.
Elige el programa de chequeo que mejor se adapte a ti, en función de la edad, sexo y antecedentes.
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