La tosferina, también conocida como pertussis, es una infección bacteriana altamente contagiosa que afecta las vías respiratorias. Es causada por la bacteria Bordetella pertussis. Aunque esta enfermedad solía ser más común en la infancia, aún puede afectar a personas de todas las edades, incluidos adolescentes y adultos.
¿Qué es la tosferina y cómo se transmite?
La tosferina se transmite principalmente a través de gotas respiratorias que se liberan cuando una persona infectada tose o estornuda. La bacteria puede propagarse fácilmente en áreas concurridas, como guarderías o escuelas. Una vez que una persona inhala estas gotas contaminadas, la bacteria se multiplica en la garganta, lo que lleva al desarrollo de la enfermedad.
Síntomas de la tosferina
Los síntomas de la tosferina pueden variar en gravedad y pueden evolucionar a lo largo de varias etapas. Inicialmente, la infección puede parecer un resfriado común, con síntomas como tos leve, congestión nasal y fiebre baja. Sin embargo, a medida que progresa la enfermedad, la tos se vuelve más grave y persistente. La tos puede ser tan intensa que provoque vómitos o dificultad para respirar. En bebés pequeños, la tos puede ser tan fuerte que no pueden respirar adecuadamente, lo que puede llevar a complicaciones graves, como neumonía o convulsiones.
Fases de la tosferina
La tosferina se caracteriza por tres fases distintas:
- Fase catarral: Comienza con síntomas similares a los del resfriado, como tos leve, congestión nasal y fiebre baja. Esta fase puede durar una o dos semanas.
- Fase paroxística: La tos se vuelve más severa y frecuente, con episodios de tos violenta que pueden durar varios minutos. Durante estos ataques de tos, es común que el paciente tenga dificultad para respirar y experimente vómitos. Esta fase puede durar de 2 a 6 semanas.
- Fase de convalecencia: La tos comienza a disminuir en intensidad y frecuencia, aunque puede persistir durante varias semanas más. La fatiga y la debilidad pueden persistir durante esta fase, incluso después de que la tos haya desaparecido por completo.
Tratamiento de la tosferina
El tratamiento de la tosferina generalmente implica el uso de antibióticos, como la azitromicina o la eritromicina, para reducir la gravedad de la infección y prevenir la propagación de la bacteria a otras personas. Además, es importante controlar los síntomas y prevenir complicaciones mediante el uso de medicamentos para aliviar la tos, mantener una buena hidratación y descansar lo suficiente.
Prevención de la tosferina: vacunación
La vacunación en embarazadas se ha demostrado la medida más coste-efectiva para prevenir los casos graves en lactantes, lo que ha hecho disminuir radicalmente el número de casos en España. Ni la infección natural por B. pertussis ni la vacunación confieren inmunidad prolongada.
Actualmente se administra una pauta con cuatro dosis: 2 meses, 4 meses, 11 meses y 6 años. Además, para reducir la enfermedad grave en los lactantes se recomienda la administración de una dosis de vacuna dTpa a las mujeres embarazadas a partir de la semana 27 de gestación.
Además, practicar una buena higiene respiratoria, como cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, puede ayudar a prevenir la propagación de la bacteria.