Este verano ha habido más azúcar, más alcohol, más comidas fuera de casa… En definitiva, unos hábitos menos saludables.
Pero ha llegado la hora de volver a las rutinas y recuperar poco a poco las buenas costumbres alimenticias. O, si no las teníamos ya, empezar a cuidar nuestro aparato digestivo.
Salud digestiva
Toma nota de estos consejos para ayudarte en la vuelta al día a día:
- Consume todos los días verduras, hortalizas y fruta. No olvides incluir cereales integrales, esenciales por su alto contenido en fibra. No hay que olvidar las legumbres y los frutos secos, que debemos comer al menos 2 veces por semana.
- Incluye en tu dieta leches fermentadas con Bífidus, que han demostrados, según la FEAD, que ayudan a regular el tránsito intestinal y a reducir la sensación de hinchazón.
- Bebe agua: probablemente este verano habremos consumido más bebidas refrescantes o alcohol. Es hora de dejarlas a un lado, y centrarnos en tomar agua diariamente.
También son válidas las infusiones y, de cara al otoño, los caldos suaves también pueden ser una buena opción para hidratarse. - Olvídate de las frituras: Otro clásico veraniego que debemos abandonar. Así que es el momento de volver a buscar distintas formas de cocinar; vapor, el horno o el papillote, siempre con aceite de oliva”.
- El cambio de las rutinas alimenticias puede que nos haga sentirnos hinchados. Modera el consumo de alimentos flatulentos como coles de Bruselas, habas, alubias, repollo, apio, cebolla, brócoli, alcachofa y alimentos con sorbitol como los chicles, etc.
- Se acabaron los dulces a todas horas. Hay que limitar su consumo. También hay que hacerlo con alimentos grasos como la mantequilla o los embutidos, y los alimentos o sustancias irritantes como el café, los picantes, tabaco, etc..
- Volver a lo horarios regulares: Desayunar, comer y cenar a deshora es contraproducente. Lo mejor, comer cinco veces al día, las tres comidas principales, el almuerzo a media mañana y la merienda. Así evitaremos comidas copiosas y pesadas, de difícil digestión.
- Y, finalmente, muévete. La práctica de cualquier deporte o actividad física de forma diaria es fundamental para mantener un peso saludable, para mejorar las digestiones pesadas y para regular el tiempo de tránsito intestinal. Además, en el plano psicológico, estar activo mejora la estrés, causante en muchas ocasiones de trastornos y molestias digestivas.