Como bien hemos podido observar esta semana a raíz del fallecimiento de una conocida corredora navarra en la Behobia-San Sebastian, los casos de muerte súbita en el mundo del deporte son especialmente llamativos porque afectan a personas jóvenes, supuestamente sanas y atléticas. Son por ello un acontecimiento con gran impacto social y que origina gran inquietud en su entorno. En vistas de lo que está sucediendo, como se comentaba este viernes en el artículo publicado en el Diario de Navarra “Repunta la demanda de pruebas de esfuerzo tras la muerte en la Behobia-San Sebastian”, para tranquilizar a la población navarra, como exatleta y cardióloga me gustaría plasmar mi opinión en este artículo con estas palabras.
1 – INCIDENCIA de muerte súbita: Entre el 74-94% de las muertes no traumáticas ocurridas durante la práctica deportiva se deben a causas cardiovasculares.
2 – CAUSAS de muerte súbita: Las causas de muerte súbita varían según la edad. Antes de los 35 años suele deberse a anomalías congénitas o genéticas (por poner ejemplos recientes, los casos de los deportistas de alto nivel como el futbolista Antonio Puerta, etc). A partir de los 35 años el 90% de los casos se explican por padecimiento de cardiopatía isquémica, más conocido por todos como infarto.
3 – PREVENCIÓN: Teniendo en cuenta los dos ítems previos es de suponer que un reconocimiento cardiológico previo a la participación deportiva podría detectar a tiempo sujetos en riesgo de padecer un evento fatal en un alto porcentaje de individuos, evitando que finalmente tuviera lugar la muerte súbita.
4 – RECONOCIMIENTO CARDIOLÓGICO previo a la participación deportiva:
- En todos los individuos debería incluir por lo menos una historia clínica detallada (antecedentes personales y familiares, deporte practicado, síntomas…), exploración física y electrocardiograma de reposo por parte de un cardiólogo con experiencia en el tema.
- La prueba de esfuerzo (PE) tiene como objetivo principal detectar una posible cardiopatía isquémica: por lo tanto estaría indicada en los deportistas mayores de 35 años (sin olvidar que también se puede padecer este tipo de patología con edades más precoces).
- El ecocardiograma (ECO) valora anatomía y función cardiaca: sería la prueba idónea en los menores de 35 años para detectar las causas que producen con mayor frecuencia la muerte súbita (también pueden padecer estas enfermedades cardiacas los mayores de 35 años si nunca han sido estudiados desde el punto de vista cardiológico.
5 – LABOR MULTIDISCIPLINAR: Los sanitarios somos conscientes de la gravedad del problema, y por eso trabajamos duro y a diario para evitarlo, porque sabemos que estas pruebas aplicadas con rigor por cardiólogos o médicos del deporte expertos son muy válidas. Pero el primer paso lo tenéis que dar vosotros, solicitando ayuda en nuestros centros, y que mejor momento que ahora que la gente se encuentra sensibilizada acerca de la muerte súbita relacionada con la práctica deportiva. EN Clínica San Miguel son muchos los deportistas tanto amateurs como profesionales que confían en nosotros, tanto para la prevención como para el diagnóstico y el tratamiento de las distintas patologías.
Reconocimiento cardiológico
Son múltiples los estudios que demuestran los beneficios de practicar deporte con moderación, prudencia y sentido común. Sin embargo, antes de realizar un ejercicio que requiera de gran esfuerzo (alta intensidad y volumen), que puede suponer un riesgo letal, la recomendación más consensuada por expertos es la realización de una valoración del estado cardiovascular del individuo mediante un reconocimiento médico.