Este año, el periodo de vacunación de la gripe se adelanta con el fin de intentar aliviar la presión asistencial que se puede producir este otoño e invierno, ya que se prevé que virus de la influenza y el coronavirus causante de la COVID-19 coincidan en el tiempo. Tiempo atrás, los virus de la influenza ya han sido los responsables de la saturación en los servicios de urgencia de muchos hospitales. De ahí que se intente, en la medida de lo posible, frenar al menos el contagio de esta infección para que el sistema sanitario no colapse, según se desprende del documento ‘Recomendaciones de vacunación frente a la gripe. Temporada 2020-2021’, aprobado el pasado 5 de mayo por la Comisión de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.
Aunque vacunarse contra la influenza no lo protege del COVID-19, tiene muchos beneficios importantes:· se ha demostrado que estas vacunas reducen el riesgo de influenza, hospitalización y muerte a causa de esta enfermedad. Además, vacunarse permite preservar los recursos de atención médica para que puedan atender a los pacientes con COVID-19.
¿Quién debe vacunarse?
Concretamente, se aconseja la vacuna contra la gripe a las personas mayores de 65 años, especialmente aquellas que están en residencias; bebés a partir de seis meses de vida y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares, neurológicas o respiratorias, así como aquellos con diabetes, obesidad, enfermedad renal crónica y síndrome nefrótico, hemoglobinopatías y anemias, hemofilia, otros trastornos de la coagulación y trastornos hemorrágicos crónicos, así como receptores de hemoderivados y transfusiones múltiples.
Asimismo, recomienda vacunarse a los adultos con asplenia o disfunción esplénica grave; enfermedad hepática crónica, incluyendo alcoholismo crónico; enfermedades neuromusculares graves; inmunosupresión; cáncer y hemopatías malignas; implante coclear o en espera del mismo; fístula de líquido cefalorraquídeo; o enfermedad celiaca; enfermedad inflamatoria crónica; trastornos y enfermedades que conllevan disfunción cognitiva como, por ejemplo, síndrome de Down u otras demencias.
La vacuna contra la gripe también la deberían administrarse los menores entre los 6 meses y los 18 años de edad, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetilsalicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe; las personas de cualquier edad institucionalizadas de manera prolongada; las embarazadas y mujeres durante el puerperio; y los menores entre los 6 meses y los 2 años de edad con antecedentes de prematuridad menor de 32 semanas de gestación.
Recordamos que la indicación de la vacunación debe ser realizada por el médico de cabecera en los adultos, y por el pediatra en los niños. Consulta con tu especialista de Clínica San Miguel.