Llega el verano, época perfecta para realizar actividades al aire libre y disfrutar junto con nuestros niños del sol y del buen tiempo. Desde Clínica San Miguel os ofrecemos diez consejos para proteger a los niños en verano y no sólo del calor:
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- Protege la piel
Los menores de 6 meses no deben, en ningún caso, ser expuestos al sol ni siquiera con protección. Evita las horas centrales del día y utiliza siempre cremas protectoras con un factor de protección superior a 50 SPF. Aplícala 30 minutos antes de la exposición y renuévala cada dos horas y después de los baños. Además, utiliza fotoprotectores físicos como gafas solares, gorras o sombreros. Y, si vas a disfrutar de una jornada playera, no olvides la sombrilla. - Ropa ligera
Viste a los niños con ropa fresca, de algodón y de colores claros, con buena transpiración, para evitar que a los niños les salgan “granitos de la sudamina”, que resultan muy molestos e incómodos. - ¡Agua!
La hidratación es básica para evitar problemas con el calor. No esperes a que los niños te pidan agua, ofréceles bebidas cada poco tiempo y evita las bebidas calientes, gaseosas o azucaradas. - Evita comidas copiosas
En verano no necesitamos tanta energía y por ello debemos evitar comidas pesadas. Opta por alimentos estacionales, ligeros y frescos: frutas de temporada, ensaladas, sopas y cremas frías, así como pescados y carnes a la plancha, evitando las salsas y grasas. - Gorra y gafas de sol
No olvides poner a los niños una gorra o sombrero cuando estén expuestos directamente al sol y protege con gafas los ojos de los más pequeños, siempre y cuando tengan cristales homologados, ¡cuidado con las gafas de juguete! - Viajes
Si vais a viajar en coche recuerda revisar los asientos y adaptadores infantiles y procura evitar las comidas pesadas justo antes de salir. Si vuestro destino está en el extranjero deberás revisar las vacunas necesarias y contratar un seguro de asistencia en viaje para evitar imprevistos. - Aire acondicionado
Se trata de uno de los mejores aliados a la hora de combatir el calor, pero también es uno de los elementos con los que más cuidado debemos tener para evitar los golpes de calor. Para que la diferencia con la temperatura del exterior no sea muy brusca, tanto en casa como en el coche, nunca lo pongas por debajo de 22º. - Mucho deporte
Es tiempo de correr y jugar, pero evita que los más pequeños hagan deporte entre las 12 y las 17 horas, porque son las horas en las que se acumula más calor. Además, aprovecha el buen tiempo y anima a los más pequeños a practicar deportes acuáticos. - Insectos
Lo más importante es prevenir las picaduras, protegiendo a los niños con repelentes de insectos. En el mercado los encontramos en diferentes formatos. En caso de que se produzcan las picaduras, es necesario hidratar la zona y vigilar que haya signos de infección, que no esté caliente ni roja. En caso de que así sea, consulta con un especialista para que lo revise y prescriba un tratamiento antibiótico o antinflamatorio. - Cuidar la dermatitis
Si tenemos hijos que sufren dermatitis, debemos incrementar la hidratación de la piel. En cas de que no exista una crisis severa, el agua del mar puede ser beneficiosa, pero, si hay un gran brote, el niño puede no querer bañarse por el picor que le genera. En cambio, las piscinas no son recomendables, ya que el cloro es un irritante importante de la piel y de las mucosas.
- Protege la piel
¡Disfruta del verano!