El Ángel ha recorrido la zona de hospitalización y ha visitado a los pacientes ingresados. Previamente, ésta figura tan querida en Navarra, recibía en la Capilla el saludo y agradecimiento del Sacerdote de Clínica San Miguel José Antonio Vicente.
La presencia del Ángel recorriendo Navarra supone la bendición del agua y los campos, y su devoción trae la protección a los fieles, especialmente a los enfermos, siendo una invitación a trabajar por un mundo más hospitalario y más humano.
Tradición milenaria: San Miguel y su santuario
El Santuario de San Miguel de Excelsis, enclavado entre las cumbres de la Sierra de Aralar en Navarra se encuentra a unos cien kilómetros de Pamplona en término de Uharte Araquil. Es uno de los centros de espiritualidad más antiguos enraizados de Navarra.
Su Iglesia, un valor de la arquitectura románica, alberga un bellísimo frontal de esmaltes, obra maestra de la orfebrería europea del siglo XII. La imagen de San Miguel, revestida de plata sobredorada alberga un “lignun crucis” o reliquia de la Cruz de Cristo, y cada abandona su enclave para visitar instituciones, pueblos, parroquias, colegios, hospitales, o conventos de Navarra.
Aunque no está claro el origen de la visita, ni la fecha exacta en que comenzó su tradicional salida, si está certificado el arraigo de esta devoción: en el siglo XII había más de 20.000 cofrades de San Miguel, que eran atendidos por unos veinte capellanes. La dificultad de acceso al Santuario para muchos de sus seguidores, entre ellos los enfermos, pudo hacer supuesto la iniciativa de desplazar la imagen. Se cree que la primera vez que San Miguel visitó Pamplona fue en 1127 en la consagración de la Catedral y su llegada, de forma ininterrumpida, se produce desde 1206. El lunes de la segunda semana de Pascua, la figura de Aralar llega al Portal de la Taconera y es recibido con el simbólico beso del “Ángel de la Casa de Misericordia”, iniciando la procesión hasta la iglesia de San Nicolás.