El Dr. Jesús Alfaro Adrián, Jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología de Clínica San Miguel, nos introduce en el mundo de la Terapia Articular e Ingeniería Tisular, la Medicina del S XXI.
Las células mesenquimales adultas, el uso de factores de crecimiento o de ciertas citokinas, de fracciones proteínicas y el de fracción estromal vascular (SVF) de diferentes tejidos, abre la puerta a la Medicina Translacional, refiriéndonos con este término al traslado de los conocimientos de la investigación básica a la clínica.
La ingeniería tisular requiere de andamiajes, células, factores de crecimiento y quizás de enlaces estructurales, incubadoras y/o estimulación mecánica. Dentro de todo este complicado arsenal, haremos referencia a las células madre y sobre todo a los factores de crecimiento, porque son los más conocidos entre los pacientes y los más demandados.
El PRP (Plasma Rico en Plaquetas) autólogo es una concentración de plaquetas humanas en un pequeño volumen de plasma. Las plaquetas son un vehículo para la secreción de factores de crecimiento (PDGF, TGF-B, IGF, EGF, VEGF ..), los cuales inducen la proliferación de fibroblastos, osteoblastos y células endoteliales, promoviendo y acelerando la curación de tejidos blandos y duros.
El PRP autólogo ha sido evaluado y utilizado en varias disciplinas médicas incluyendo la ortopedia, medicina deportiva, en la curación de heridas, neurocirugía; lo utilizan los dentistas, oftalmólogos, en cosmética, en cirugía plástica y reparadora, maxilofacial y cirugía cardiotorácica.
Se puede pensar en las plaquetas como fábricas de factores de crecimiento. El PRP es un término bastante general porque la concentración de plaquetas, la contaminación con células de la serie roja o blanca, y otros factores pueden variar. Debemos saber, por lo tanto, que las preparaciones con PRP varían, igual que su dosis, intervalo y método de aplicación. Clínicamente hay un gran número de variables que interactuan.
¿Qué son las células madres (“stem cells”)? Las células madre son un conjunto de células presentes en el organismo con capacidad total o parcial de diferenciarse en células específicas de diferentes tejidos.
Conocemos que la médula ósea es muy rica en una población muy heterogénea de células madre maduras y pluripotenciales. Por todo ello, las utilizamos en defectos óseos, osteonecrosis, revisiones de prótesis, pseudoartrosis, fusiones espinales etc..
En resumen, el PRP autólogo tiene resultados prometedores al utilizarlo en el dolor por osteoartrosis. No parece tener de forma consistente mejoras en los resultados funcionales, ensanchamiento de túneles u otros factores en la cirugía del Ligamento Cruzado Anterior (LCA), aunque pudiera tener beneficios en ella.
Y en cuanto a la reparación del cartílago, utilizando o no andamiajes, sus resultados no son concluyentes.
Entendamos el PRP como un tipo de estimulador biológico ; el mensaje de este editorial es que el conocimiento clínico, la evidencia clínica y sus aplicaciones clínicas “permanecen en su infancia” (citando a Fu y col).
Dr. J. Alfaro Adrián