El dolor menstrual es uno de los más normalizados a nivel social, haciendo que muchas mujeres no consideren que deban consultar con los especialistas porque asumen que “siempre ha sido así”. Por eso, puede retrasarse el diagnóstico de posibles patologías tales como la endometriosis y, en consecuencia, un posible tratamiento que mejore la calidad de vida de estas mujeres.
La endometriosis es una enfermedad crónica de origen desconocido que consiste en la aparición y crecimiento del tejido endometrial fuera de su ubicación natural, que es el útero y que puede afectar a cualquier mujer de su primer período hasta la menopausia. Con la endometriosis, el tejido similar al endometrio actúa como lo haría el tejido endometrial: se engrosa, se descompone y sangra con cada ciclo menstrual. Pero debido a que este tejido no tiene forma de salir del cuerpo, queda atrapado. Cuando la endometriosis afecta a los ovarios, se pueden formar quistes llamados endometriomas. El tejido circundante puede irritarse y eventualmente desarrollar tejido cicatricial y adherencias, es decir, bandas de tejido fibroso que pueden hacer que los tejidos y órganos pélvicos se peguen entre sí.
La endometriosis puede causar dolor, a veces grave, especialmente durante los períodos menstruales. También se pueden presentar problemas de fertilidad. Afortunadamente, hay tratamientos eficaces disponibles.
Cuándo debes consultar a un médico
El síntoma principal de la endometriosis es el dolor pélvico. Si tienes un sangrado intenso y prolongado o cólicos fuertes durante los períodos menstruales que interfiere en tus actividades diarias, pide una cita con el médico. La endometriosis puede ser una afección difícil de tratar. El control de los síntomas podría mejorar con un diagnóstico temprano, un equipo médico multidisciplinario y la comprensión del diagnóstico.