El cáncer se origina por daños en el ADN celular, o en sus mecanismos de regulación, y puede ser debido a factores genéticos, factores externos (llamados carcinógenos) o por la combinación de ambos. Se considera que aproximadamente, en el 90% de los cánceres están implicados diversos factores externos (aunque no todos son fácilmente reconocibles). Como veremos más adelante, el tabaquismo, la inactividad y el sobrepeso se consideran causantes de hasta el 50% de los cánceres. En el Código Europeo Contra el Cáncer, se exponen 12 recomendaciones que podemos adoptar para disminuir el riesgo de padecer un cáncer. Conozcamos qué podemos hacer para disminuir las posibilidades de padecer un cáncer, mediante la adquisición de hábitos de vida saludables.
1-NO FUMAR
El tabaco es el factor externo más conocido y el agente que presenta un mayor potencial carcinogénico. Se considera que el tabaco es el responsable del 30% de la mortalidad producida por cáncer. Aunque la creencia es que el tabaco solo afecta al cáncer de pulmón, se sabe que está implicado en multitud de cánceres como el laríngeo, tumores de vías altas superiores, orofaríngeos, colon y resto de aparato digestivo, vejiga y ginecológicos. Afortunadamente, el abandonar el hábito tabáquico disminuye progresivamente las probabilidades de padecer cáncer asociado a tabaco, siendo prácticamente equiparables a la del resto de población a partir de los 15 años de haber dejado de fumar. Conoce los beneficios de dejar de fumar. También en los fumadores pasivos, hay un incremento leve del riesgo de cáncer de pulmón, por eso la recomendación es hacer de nuestro hogar un espacio sin humos y apoyar las medidas antitabaco en nuestro centro de trabajo
2-EVITAR SOBREPESO Y EFECTUAR EJERCICIO FÍSICO
Estas 3 recomendaciones actuarían como un conjunto, por la influencia que tienen entre ellas. Se sabe que, a mayor cantidad de grasa corporal, aumentan las posibilidades de padecer algún tipo de cáncer; por ejemplo en personas obesas se incrementa el riesgo de tumores como el cáncer colorectal, mama, endometrio y riñón. Aunque no es tan conocido a nivel general como el efecto del tabaco, después de eliminar el tabaco, estas 3 medidas juntas serían el 2º factor más importante en la prevención del cáncer, estando implicadas en aproximadamente el 20% de los casos de cáncer.
Las principales recomendaciones son practicar algún ejercicio de modo regular (a ser posible de modo diario), intentar evitar alimentos que produzcan sobrepeso (bebidas azucaradas, alimentos ricos en grasas y en azúcares, comida rápida) y establecer dietas en las que predominen frutas, verduras, disminuyendo el consumo de carne roja, sobre todo de carne procesada.
3-LIMITAR EL CONSUMO DE ALCOHOL
El alcohol aumenta el riesgo de varios tumores (digestivos, cavidad oral, hígado, mama). Se potencia su efecto si se asocia hábito tabáquico, sobre todo en vías respiratorias y tracto digestivo superior, incrementando el riesgo hasta en 35 veces. Su efecto es mayor a más cantidad de alcohol ingerida.
4-EVITAR LA SOBREEXPOSICIÓN AL SOL
La sobreexposición aumenta la incidencia de tumores cutáneos (melanoma y no melanoma), sobre todo si se produce en la infancia y adolescencia. La mejor medida preventiva es evitar exposiciones prolongadas, sobre todo entre las 11.00 y las 16:00 horas, usar cremas protectoras y evitar radiaciones ultravioletas (solarios, lámparas ultravioletas).
5-OTRAS MEDIDAS
Existen otras causas, como la exposición a sustancias que puedan provocar cáncer en el trabajo (carcinógenos ocupacionales). En este caso depende más de las agencias reguladoras y de las empresas, pero como trabajadores, debemos cumplir las normativas de protección de salud y de seguridad laborales vigentes en nuestras empresas.
También es importante la vacunación frente al virus de la hepatitis B y frente al virus del papiloma humano (HPV), para disminuir la incidencia de tumores como el hepatocarcinoma y ginecológicos.
En mujeres, si es posible, facilitar la lactancia materna (disminuye el riesgo de cáncer de mama en las madres) y limitar en la medida de lo posible la terapia hormonal sustitutiva.
6-PREVENCIÓN SECUNDARIA
Así como las medidas anteriores buscan reducir la probabilidad de padecer un cáncer, estas medidas son aquellas medidas encaminadas a detectar una enfermedad una vez se ha producido, pero en fases más iniciales, consiguiendo aumentar la tasa de curación y también disminuyendo la necesidad de tratamientos agresivos. Básicamente serían 2 recomendaciones:
- Por un lado, participar en los programas de Detección Precoz (Cáncer de mama, Colorrectal y Cuello uterino).
- Por otro, saber reconocer síntomas que podrían indicar la presencia de un cáncer ( aunque son síntomas no exclusivos de cáncer), ante los cuales deberíamos estar alerta y acudir al médico para su correcta valoración, como podrían ser: aparición o crecimiento de bultos preexistentes; problema en la cicatrización de las heridas; cambios en la forma, tamaño o color de lunares; sangrados anormales; ronquera o tos persistentes; alteraciones del ritmo intestinal; alteraciones urinarias; pérdida de peso y de apetito.
Dr. Vicente Navarro Mulet, médico del Servicio de Oncología Médica de Clínica San Miguel