Llega el buen tiempo, y con el una de las mayores amenazas para nuestra piel: la radiación ultravioleta. Para lucir este verano una piel radiante y sana, cuida tu piel por dentro y por fuera.
Estos son las claves que te ayudarán a mantener tu piel en perfectas condiciones:
Hidratación: Aunque se trata de un básico, tras el invierno la hidratación se convierte en imprescindible para conseguir una piel luminosa. Es importante utilizar una crema especial para rostro y otra para cuerpo, teniendo en cuenta las necesidades específicas: si la zona es muy seca, delicada…
Además, es muy recomendable beber agua de manera abundante (entre uno y dos litros al día) para mantenernos hidratados.
Nutrición: ¡La dieta también cuenta! Las frutas y verduras deben ser una parte importante de nuestra dieta durante todo el año, pero sobre todo en los meses previos al verano y en la estación estival, porque son una estupenda fuente de vitaminas, antioxidantes y agua. Incorpora a tu alimentación frutas, verduras y hortalizas ricas en betacarotenos como la calabaza, la zanahoria, las espinacas o el mango. Fresas, frambuesas, grosellas, cerezas y tomates son ricos en licopeno, un potente antioxidante, que nos ayudará a preparar la piel, igual que la vitamina C, presente en la naranja, el pimiento rojo o el brócoli.
Protección: Es necesario utilizar durante todo el verano una crema con factor de protección mínimo de 30, aunque deberá ser más alta en niños, personas con fototipos más claros o determinadas patologías cutáneas, así como antecedentes de cáncer de piel o lesiones precancerosas. Los menores de 6 meses no deben, en ningún caso, ser expuestos al sol ni siquiera con protección.
Recuerda aplicar la protección unos 30 minutos antes de la exposición y renuévala frecuentemente (cada dos horas) y sobre todo después de los baños. Es importante evitar la exposición solar en las horas centrales del día y no olvides proteger zonas como labios, cuello, párpados y las zonas internas de brazos y muslos. Además de cremas fotoprotectoras, es necesario recurrir también a fotoprotectores físicos como gafas solares, gorras o sombreros. Y, si vas a disfrutar de una jornada playera, utiliza una sombrilla.
Un último consejo: ante cualquier duda, consulta a tu dermatólogo.